Nadie quiere admitir que a veces solo el mal puede extinguir otro mal.
Cada vez que dreno la vida de sus cuerpos, estoy más cerca de purgar mi pasado.
Luego, un agente del FBI que sigue las reglas del juego, uno tan astuto como guapo, amenaza mis planes... y lo que queda de mi corazón.
Él no cree que haya excepciones para violar la ley. Ahí es donde diferimos.
Una vez me silenciaron a mí ya muchos otros, pero ahora he invertido nuestros roles.
Porque, esta vez, me toca a mí ser la silenciadora.
“O mueres como un héroe o vives lo suficiente para convertirte en el villano”.
-Harvey Dent
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