Hazel escapó de casa para alejarse de su terrible padrastro, que había controlado su vida durante los últimos dieciocho años, pero ahora está bajo el control de un casero tirano que no deja de subirle el alquiler y le ha dejado claro que retrasarse en los pagos no es una opción. Con su cuenta bancaria agotándose y sus horas de trabajo disminuyendo, a Hazel le preocupa terminar en la calle.
Eso es hasta que a su nuevo y tosco casero, que vive encima de ella, se le ocurre otra forma para que pueda pagar el alquiler...
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