¿Qué ocurre cuando el Príncipe de Gales se enamora del Primer Ministro?
Mi existencia previamente monótona, mientras trabajaba diligentemente en un centro de llamadas de seguros bajo el radiante sol de California, ha sido repentinamente catapultada hacia lo inesperado. Este giro trascendental proviene de las acciones reprobables de mi propia familia, catapultándome desde las sombras hasta la cúspide de la realeza británica, como el flamante heredero del trono.
No obstante, mi recepción en las tierras inglesas no se asemeja en absoluto al clima soleado que dejé atrás. Mi llegada despierta un país aterrado ante la noción de un príncipe estadounidense, dispuesto a enfrentarse a la monarquía. Mi compromiso inquebrantable hacia mi abuela, la Reina, se convierte en un juramento de hacer todo lo necesario para salvaguardar la corona.
Lamentablemente, la vida real es un desafío arduo. Mis intentos por cumplir con tradiciones desconcertantes se ven entorpecidos por amigos desleales y obstáculos inesperados. Lo único que logro en realidad es brindar entretenimiento a la prensa del corazón y a los detractores en las redes sociales.
Justo cuando parecía que no podía empeorar, surge en mi vida el Primer Ministro, Oliver Hartwell, cuya apariencia melancólicamente atractiva encierra una historia personal notable. Oliver, quien ha ascendido meteóricamente desde la pobreza hasta convertirse en el individuo más influyente de la nación, comprende la complejidad de mi situación actual. Lo que comienza como simples mensajes de aliento se transforma en charlas nocturnas que despiertan sentimientos inesperados.
Sin embargo, se alza un dilema monumental. La familia real está obligada a mantener una neutralidad política absoluta en todo momento.
La pregunta apremiante persiste: ¿cómo puedo cumplir mi promesa de preservar la monarquía cuando me encuentro irremediablemente enamorado del Primer Ministro?
Así se desenvuelve un romance prohibido, cargado de humor y drama, protagonizado por un Príncipe de Gales torpe y un Primer Ministro severo pero elegante, con un amor que podría desencadenar una transformación a escala nacional.
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