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de su fallida temporada en Londres, la señorita Mary Mifford regresa al pueblo de Plumpton decidida a convertirse en la solterona más descollante que se haya visto alguna vez en Los Cotswolds. Ni siquiera la llegada del escurridizo duque de Northcott podrá distraer a Mary de su objetivo. Eso, hasta que encuentran al vicario de la zona muerto a golpes y Mary es señalada como la principal sospechosa. Cuando Northcott le ofrece su ayuda para encontrar al culpable, ella no cree ni por un segundo que sus motivos tengan algo que ver con el matrimonio… Pero, a medida que la lista de sospechosos se hace más larga, y Mary y el duque se acercan más y más, ella comienza a preguntarse si realmente, está tan decidida a convertirse en una solterona después de todo.
Henry William Lockhart, sexto duque de Northcott, ha regresado a su ducado decidido a ocuparse de la propiedad que ha descuidado desde que su padre murió. Está seguro de que nada le distraerá de su plan hasta que algo (o, mejor dicho, alguien), lo hace.
Difícilmente podría considerar a la señorita Mary Mifford como una candidata para convertirse en su duquesa (dada su falta de conexiones y riqueza, junto con el molesto hecho de que es la principal sospechosa de un asesinato), pero Henry está cautivado por ella. Resuelto a ayudar a la joven, Henry se lanza a investigar la muerte del vicario, el señor Parsims, con la esperanza de poder limpiar su nombre.
Con una lista cada vez más larga de sospechosos, Henry imagina que semejante tarea puede ser bastante complicada; aunque, tal vez, le resulte más fácil resolver un asesinato que convencer a una ferviente solterona que se convierta en su esposa.
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