Aquella noche cometí el peor error de mi vida.
Así fue como Dante se deshizo de mi antiguo yo.
Ahora soy la heredera de una poderosa familia.
Mi nuevo nombre impone respeto, mi nueva vida está llena de esperanza y mi nuevo novio es... el primo de Dante, su enemigo.
Mi antiguo yo moría por el amor de Dante, pero él nunca me dio nada.
Ahora las cosas han cambiado: él me suplica que vuelva a su lado, pero yo no quiero.
Aunque seamos compañeros predestinados.
Aunque sea el padre de mi hijo.
2
Kai es el tipo de hombre que más me desagrada: serio, irascible y dominante.
Desde nuestro primer encuentro, él me causó problemas.
Después de una noche salvaje, tuve que admitir que no carecía del todo de mérito.
Hasta que se vistió y me rechazó como su compañera.
En una historia cliché, estaría triste, lloraría, pero en mi vida nunca sigo las reglas. Me niego a aceptar su rechazo.
Valeria es la mujer que deseo por encima de todas las demás.
Es hermosa, inteligente e intrépida.
Desde nuestro primer encuentro, me cautivó por completo.
Después de una noche salvaje, tuve que admitir que no podía dejarla ir.
El lobo dentro de mí exigía más, pero mi mente pronunciaba las palabras más frías.
En una historia cliché, nos conoceríamos y nos enamoraríamos, pero en mi vida maldita y trágica, cualquier mujer que me ame sufrirá.
3
Prairie.
Antes era una princesa, ahora soy prisionera y pronto la prometida del enemigo. Todo el mundo se burla de mí y espera que me hunda bajo el peso de mi trágico destino.
Sin embargo, soy la única que sabe que debo permanecer al lado de mi enemigo para descubrir la verdad sobre la muerte de mi madre y traer la paz a todas las manadas de hombres lobo.
Pero todo se ha complicado. El Alfa al mando, el único capaz de verme como soy en realidad, se ha enamorado de mí.
Nicholas.
Me he enamorado de mi esposa. La misma mujer que una vez consideré mi enemiga.
De enemiga a amante y pronto mi esposa. Es lo que quiero, aunque nadie crea en nosotros. Todos piensan que ella nunca dejará de odiarme.
Sin embargo, soy el único que sabe que mi deseo y mi necesidad de estar con ella son genuinos, y que su deseo y poder sobre sobre mí son auténticos.
Ella cree que me ha engañado, pero desde el instante en que la vi supe que éramos almas gemelas.
«Puedes fingir estar casada, pero no la pasión que hay entre nosotros, princesa».
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