1) Steel
Sinopsis:
Le robé a los Twisted Kings y ahora estoy a merced de Jameson Steel.
No es que haya planeado nada de esto… Igual que no planeé ser el único padre de mi hermano de cuatro años.
Pero una noche, todo se torció, y ahora Jameson es mi única oportunidad de salir de este lío.
No confía en mí, pero me necesita para llegar al hombre que me envió a su club. Su protección a cambio de mi cooperación. Mientras mi hermano esté a salvo, es un trato que no puedo rechazar.
Pero vivir con el enemigo es peligroso. La venganza de Jameson es prolífica.
Solo le importa la venganza, y no le interesa la familia preconstruida con la que vengo.
Los Twisted Kings son su vida. Nada está por encima de su club o de su insignia de presidente, y menos nosotros.
O eso creía...
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Ghost mintió a su club para protegerme, poniendo a ambos en la mira.
El problema es que… no sabía que necesitaba ser salvada. O que mi pasado aún me perseguía.
Ahora mi lealtad a los Twisted Kings está en duda, y el único hombre que puede protegerme es un motociclista alto y tatuado con ganas de venganza y un voto de abstinencia.
Ghost está atormentado.
Es solitario.
Me ignora a cada paso, y estoy segura de que no significo nada para él.
Hasta que descubro que Ghost ha estado observando más que las cámaras de vigilancia de la sede del club.
Lo ve todo.
Y yo soy su personaje favorito.
Nada es más importante para Jesse King que su club y su hija.
Es un motociclista de pura cepa.
Guapo y letal.
Problemas en su máxima expresión.
Y yo soy la nueva niñera de su hija...
Es mi trabajo cuidar de la única persona en su vida que está antes que su parche. Ojalá Jesse no se lo pusiera tan difícil.
Es reacio. Exasperante. No confía en nadie más que en sus hermanos, y me pelea a cada paso.
Pero cuando la discusión termina en que me reclama en la parte trasera de su camioneta, comenzamos una ardiente ruleta emocional para la que ninguno de los dos está listo.
Pensé que nada era más aterrador que el pasado del que huyo. Hasta que le entregué mi corazón a un motociclista y le pedí que no me lo rompiera.
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