Con un clima traicionero y un suelo inhóspito, el reino de Savoan es un lugar brutal para sobrevivir, especialmente si no posees magia.
Como sirvienta contratada que lucha por recuperar su libertad, Rune Ealde lo sabe muy bien. Aterrorizada por la posibilidad de que su deuda nunca sea pagada, Rune se une a una creciente rebelión para robar el poder que siempre está fuera de su alcance. Los rebeldes planean derrocar al fundador del reino, el Arquitecto, para encontrar la libertad y construir un mundo mejor. Pero si fracasan, Rune enfrentará el mismo destino que su padre criminal: una muerte atroz, infligida por el mismísimo Arquitecto.
El príncipe Harrick Ademas siempre ha ostentado el poder, pero aún se siente débil en presencia de su padre. Siendo apenas un peón en la elaborada trama del Arquitecto, Harrick ha aprendido a obedecer órdenes o a afrontar las consecuencias mortales. Una vez soñó con liberar a Savoa, pero desafiar al Arquitecto ahora es demasiado peligroso para imaginarlo, la caída demasiado terrible para arriesgarse.
Cuando un encuentro casual une a Rune y Harrick, su amistad florece en una esperanza inesperada. Pronto, las caricias prolongadas se convierten en promesas susurradas, y su amor prohibido se convierte en su forma más pura de magia. Pero mientras imaginan un futuro juntos, uno con paz entre sus pueblos, el Arquitecto se inquieta. Está listo para el cambio, y si lo logra, podría no quedar ningún reino por salvar.
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